domingo, 6 de abril de 2014

Hacer el Ocho

Tiempo atrás, y gracias a ZG, incluí una nueva frase a mi léxico "hacer el ocho".
Una frase muy conocida en la costa colombiana, en la zona nor-oeste de este país.
El número ocho (8) simboliza la autosuficiencia, el éxito material y la firmeza de planteamientos. Son autoexigentes, ambiciosos y hábiles para alcanzar logros materiales tales como negocios, empresas, ganancias de todo tipo.
En la numerología el ocho es el número de la evolución y del poder. Este número se asocia con el planeta Saturno y simboliza el doble círculo (la búsqueda infinita). La tenacidad, ambición y fuerza de voluntad para conseguir los objetivos marcados serán una constante en las vidas de las personas regidas por una vibración ocho.

La frase se puede confundir con el paso "del ocho" en baile, que es un paso característico en tango o salsa. sin embargo, esta vez no hablaremos de este tipo.

Siempre existe una relación entre el esfuerzo y el rendimiento, ya sea porcentual o medida en ratios. Se afirma que el ser humano no podrá mantener un ritmo de esfuerzo de 100% por mucho tiempo, por ende se considera que uno puede llegar a un nivel de hasta 80% sobre el total. Vale decir que de la escala del 1 al 10, tan sólo el hombre, como ser evolucionado, sólo alcanzaría hasta un máximo de 8 de rendimiento en esta escala.

En comparación con la Regla de Pareto, en la que explica que el 20% de algo retiene el 80% del todo y el 80% de algo retiene el 20% del todo, todo se puede distribuir siempre quedando en un ochenta por ciento para realizar algo.

Según ZG ninguna persona puede llegar a un 100%, lo más cercano a ésto es el 80% u el 8 en la escala de 10. Ésto es que por más que uno realice su mejor esfuerzo no llegará al 10 de su rendimiento, lo mejor que puede realizar es hasta un tope de 8. Este rendimiento debe ser diario en lo que se trata de alcanzar como meta. La idea es llegar a cumplir esa meta con un puntaje tan alto como el ocho (8), una vez llegada a esa puntuación se puede dar por satisfecho el desempeño en el día, dando pauta para tratar de alcanzar el mismo nivel al día siguiente en el propósito que uno se trace.

Por ende, cada día toda persona debe tener su cuota fijada al finalizar su faena dando como nota un dígito para tener idea de cuánto esfuerzo se ha puesto en marcha durante ese día, tratando de superarlo si no se llegó al 8. Haz el ocho, da tu mejor esfuerzo no sólo por el beneficio que te traerá de alcanzar la meta propuesta, sino porque representará que no estás inmovil en este universo y que tratas de dar lo mejor de tí a este mundo en cualquier cosa que se proponga.