Luego de sin sabores sin recordar, que de pronto se hicieron
presentes al leer ciertas misivas “escondidas” a la vista de AYC, en la que ya
la primera etapa de la vida conjunta había iniciado con mal augurio terminó por
definirse en el mismo plazo inicial con que comenzó.
Tengo la libertad, como en su mayoría, de definir mis
propios pensamientos. Al darse esta situación puedo manipular a consciencia mis
propios deseos según mi propio estado de ánimo. Encuentro que son variados los
factores que alteraron mi convulsionada alma, que me llevó a discernir entre la
razón y la emoción. Quizás el enciclopedismo ganó hoy esta dura batalla, pero
como su propio significado se hace entender es tan sólo coyuntural. ¿Habrá otro
paso acaso posterior al ya tomado? De momento, no espero responder mi propia
cuestionante. Tampoco deseo aumentar la fuerza de un pecado capital al
entonarse ciertas estrofas de ondas purulantes que podrían aún ahondar más mi
grave situación, que hoy por hoy me lleva a cancelar las demás opciones.
Tengo la entereza de definir mis propias convicciones, las que
he llevado a cabo al pasar el tiempo, pero hoy me veo enfrascado en las simples
decisiones que cambiarían el rumbo de mi efímera existencia en el mundo
terrenal.
Pareciera hoy alentado, aún sin tener noticias, sin que la
“mantis” misma tenga nociones de lo que acontece en mi ánima. La
superficialidad no son parte de las tertulias, más al contrario, una serie de
coincidencias, quizás y sólo quizás es producto de la casualidad y no así de la
causalidad. Más al contrario, la profundidad del audio es mucho mayor al que
podría reflejarse en mi psiquis por sí sola.
Quiero sentirme reforzado por mi teoría, pero aún no
encuentro dicho espaldarazo para seguir los sgtes pasos que me llevarán a la
sgte intranquilidad. ¿Mucho miedo acaso? ¿O tan sólo mi propia inseguridad juega
conmigo mismo? ¿O quizás, y sólo quizás, quise decir extrema seguridad para dar
el 1º paso? Desconozco la réplica.
Aunque tuve la suerte, ¿casualidad o causalidad nuevamente?
De encontrar en dicho personaje la efímera respuesta que buscaba
impensadamente. Se sintió reconfortante y con agradabilidad extrema, tanto así
que mi mente maquineó por algunos días. Una perfecta combinación de seriedad y
espontaneidad conjunta, hicieron posible la distracción parcial de las notas
tristes de uno y otro bando. Una sucesión de frases con impecable sincronía y
oportunidad dieron rienda suelta a que mi tranquila imaginación jugara unos
momentos y mudara su estado habitual.
El desgaste por el paso del tiempo, parecería haber cumplido
su vida útil y/o su período de vencimiento, ahora respiro...