Luego de darle mucha vuelta al asunto de la utilización de lentes de gas permeable o rígidos, es decir lente de contacto, hice las gestiones para obtener aquél que el año 2.009 se me había recetado bajo prescripción médica oftalmológica.
Me he tomado el tiempo necesario para empezar a adecuarme a los requerimientos en cuanto a higiene, habilidad, locación, etc. para el uso adecuado de esta herramienta óptica. Hoy luego de algunas horas me sentí mucho más cómodo que en oportunidades pretéritas. He podido notar una diferencia en las cosas que estaba acostumbrado a visualizar sobre los objetos que nos rodean, como empezando a redescubrir el tamaño, el tono, matiz, detalles (antes imperceptibles por el ojo imperfecto), etc.
Por momentos reflexiono y dubito, si será así la reacción de los invidentes al recuperar la visión luego de tratamientos o cirugías que lleven a recuperar el sentido más preciado.
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