miércoles, 18 de junio de 2014

Homenaje a la Yachachej

El 06 de junio pasado, se conmemoró el día nacional del Maestro, en Bolivia, fecha apartada para las personas que ejercen la función de enseñar y realizar la noble y respetable labor del docente.

No queriendo pasar desapercibidos, el grupo del Curso de Idioma Qheswa (quechua), quisimos homenajear a nuestra "Yachachej" (profesora), quien tres (3) veces por semana comparte un par de horas enseñándonos las características escensiales del idioma parlante de la zona de las tierras altas y andinas.

Por tan bello motivo, entre los "qhochumasis" (compañeros de aula) decidmos "confabular" y dar una pequeña sorpresa a la docente a través de un refrigerio, a los días posteriores del día incialmente planeado, llevando una enorme pizza "interminable" de una conocida pizzería de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), con sus gaseosas correspondientes.

Nos dimos el gusto de deleitarnos saboreando dicho presente. La docente, Lic. GN se sintió honrada y agradecida con el grupo en sí, alabando la unión y confraternización de sus alumnos.

Todos colaboramos aportando con algún elemento, por ejemplo GRB llevó un frasco de salsa de tomate (Ketchup) producto de su regalo de canastón navideño de fin de año.



Mi aporte fue una poesía dedicada a la Maestra con tintes jocosos y ocurrentes que fueron arrivando a mi mente con el sentido de la rima y la relación con el curso del idioma quechua, y que al grupo estudiante le agradó.

A continuación extraigo el mismo poema recitado aquella fría noche de Junio.




ODA A UNA GRAN MAESTRA

Por su gran sapiencia en este mundo, queda admirado hasta el gran Dios Eros
Y acá aprendiendo quechua, con nuestro hermoso grupo de compañeros

En su sabiduría inmensa de ella, pido perdón a la Deidad, si su conocimiento interrumpí,
lo primero que nos enseñó la profe fue a decir fue… Kaypi.
Y en este mes frío para calentarnos vamos a tener que traer un api.

Quedará allá donde el tiempo lejano y sombrío no perturbe sus inmortales frases.
Y Ud. nos dijo, profe, que si llueve muy fuerte… no hay clases

Por su reflexiva e inclaudicable labor de enseñanza, Ud. se hace mérito de recibir un laurel.
Además también aprendemos de la sabiduría de Gabriel.

Su rostro no se marchita con el devenir del tiempo, por tanto no es necesario el Aloé
Al mismo tiempo nos divertimos con las ocurrencias de Noé.

En el Olimpo aletargado esperanzados estamos que su nombre proclamen,
Sin embargo, la profe nos asusta cada mes con el examen

Su esmero se divisa a leguas, en mostrarnos cuándo utilizar Ñoqanchis.
Así que también agradezco a nuestro administrador del whatsapp, Borís.

Su faena se hace meritoria, Intentando sacarnos del desconocimiento que nos flagela
Así como Noé cuando le expresa su amor a la Dra. Ángela

Os pido, Oh Gran Señor, que el esfuerzo nuestro sea dado como dátiles
Por eso, Yachachej haga las preguntas del examen bien fáciles

A pesar que mi esfuerzo lo intentó, con mi voluntad decaí.
Y Debemos aprender aunque nos cueste pronunciar qonqay

Por todo eso y lo anterior, esperamos hubiese gustado este homenaje, querida Yachachej.

 



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