lunes, 26 de enero de 2009

Bienvenido Nuevo Año Chino

"Sin trabajo, no hay recompensa", es el lema con que se caracteriza este año. Eso será cierto durante el Año del Buey que acaba de comenzar. Según la tradición china es uno de los períodos en los que más se precisa la paciencia, la determinación y el trabajo constante así como la cooperación de todos para lograr resultados, pero la buena noticia es que con entusiasmo y decisión se consiguen las metas y el esfuerzo es recompensado con creces.

La Fiesta de la Primavera o Año Nuevo Lunar (esto último especialmente fuera de China) es la festividad tradicional más importante del calendario chino.

Basado en el calendario lunisolar utilizado tradicionalmente en China, las celebraciones comienzan el primer día del primer mes lunar y terminan el día quince, cuando se celebra el Festival de los faroles. Durante este periodo se produce la mayor migración humana del planeta, el "movimiento de primavera", con millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar las fiestas con sus familias. El día 7 de febrero de 2.008 dio comienzo el año 4706 según el calendario chino.

La víspera del Año Nuevo, el equivalente a la Nochebuena occidental, se llama en chino "chuxi" (chu significa pasar y xi víspera).

La celebración del nuevo año chino comienza los primeros días de febrero o los últimos días del mes de enero con la primera Luna Nueva en Acuario que ocurrió hoydía 26/01/09 con el primer eclipse solar anular del año. Durante este año estaremos regidos por la influencia del Buey de Tierra.

En los países asiáticos y en las comunidades que siguen este calendario el día de Nuevo Año se evita hablar de cosas tristes y no se usa ni el blanco ni el negro sino el rojo o el dorado. Se prepara una gran cena donde abundan muchos platillos chinos y no pueden faltar las mandarinas cuyas cáscaras se guardan como símbolo de buena suerte. Sin embargo, ese día no se sirve el tufu que es blanco, y se considera un color de tristeza para llevar en ese día. También se colocan en la mesa platos simbólicos que representan los miembros de la familia que están compartiendo espiritualmente la fiesta aunque no se encuentren, ya bien sea porque estén ausentes en otro lado, o hayan fallecido.

El día de la celebración limpian muy bien la casa totalmente porque el día de Año Nuevo no se hace nada. No pueden faltar las flores, preferentemente los lotos, las flores del ciruelo, y también el bambú. Y de noche ¡a celebrar! Sale el dragón, la música, la pólvora, los cohetes y fuegos artificiales, los amigos o vecinos que han tenido disputas o disgustos se lo perdonan todo y hacen las paces.

Así que ¡a prepararnos para trabajar y crear, para criticar constructivamente, y colaborar codo a codo unos con otros para que podamos sacar adelante nuestra economía, nuestras vidas y prosperar en todo lo que hagamos.

Supersticiones

Una de las leyendas más famosas es la de Nien, una bestia extremadamente cruel y feroz, que según la creencia de los chinos, comía personas en la víspera del Año Nuevo. Para mantener a Nien lejos, se pegaban coplas en papel rojo en las puertas, se iluminaba con antorchas y se encendían petardos durante toda la noche; ya que se dice que Nien temía el color rojo, la luz del fuego y los ruidos muy fuertes. A inicios de la mañana siguiente, al impregnarse el aire con los sentimientos de triunfo y renovación por haber mantenido alejado a Nien por otro año, el saludo más popularmente escuchado era kung-hsi o "felicitaciones".

Se cree que en ese día, varios dioses ascienden al Cielo para presentar sus respetos e informar acerca de los asuntos hogareños al Emperador de Jade, la deidad suprema del taoísmo. Según la tradición, las familias honran esos dioses quemando papel moneda para uso ritual para pagar sus gastos de viaje. Otro ritual consiste en embarrar azúcar de malta en los labios del Dios de la Cocina, una de las deidades que viajan, para asegurar que él presente un informe favorable al Emperador de Jade o mantenga el silencio

Seguidamente, se cuelgan "coplas de primavera" alrededor de la casa. Las coplas de primavera son rollos y cuadros de papel escritos con bendiciones y palabras de buen augurio, tales como "buena suerte", "riqueza", "longevidad" y "tiempo de primavera".

La gente cree que barrer el piso durante los primeros cinco días del Año Nuevo Lunar es de mala suerte, debido a que uno puede accidentalmente barrer la buena suerte y riqueza de uno fuera de casa. También se prohibe severamente el lenguaje malo y hablar de la muerte. Si se rompe un plato, es vital decir tan pronto como sea posible "sui sui ping an," que significa "paz a través del año". Hay que mantener encendidas las barras de incienso y las velas de los altares día y noche para promover la longevidad; y algunas familias esconden los cuchillos y las tijeras para evitar que uno accidentalmente corte el "hilo de la buena suerte" en el año que viene

Unas de las vistas más espectaculares durante el Festival del Año Nuevo chino son las danzas del dragón y del león. Las cabezas de esas temibles bestias supuestamente ahuyentan el mal, y los ágiles movimientos de los danzantes ofrecen un gran espectáculo para deleite de todos.

Rituales

Muchos de los platos que se preparan para esta ocasión se sirven debido a que son considerados como símbolos de buena suerte. Por ejemplo, el pescado (yu) representa "abundancia"; la cebollina (chiu-tsai) significa "eternidad"; los nabos (tsai-tou) simbolizan "buen augurio"; mientras que las bolas de pescado (yu-wan) y de carne (jou-wan) representan "reunión". También se preparan bocadillos auspiciosos para la ocasión, tales como el pudín de arroz glutinoso (nien-kao), para desearle a la gente que "avance hacia cargos más altos". La gente del norte de China generalmente prepara empanadillas (shui-chiao) que tienen la forma de lingotes de oro y supuestamente ayudan a quienes las coman a tener riqueza

Lo primero que se hace en el Día del Año Nuevo es el ritual para rendir homenaje a los antepasados. Después, se veneran a los dioses, seguido por un acto donde los miembros más jóvenes de la familia presentan sus respetos a los mayores que todavía viven. La gente se pone vestidos nuevos y visita a los amigos, vecinos y familiares para intercambiar buenos deseos de kung-hsi fa-tsai , que significa "felicitaciones y prosperidad".

El segundo día del Festival del Año Nuevo chino es el día en que las hijas casadas retornan al hogar de sus padres. Si ella es una recién casada, su marido la debe acompañar y llevar regalos para su familia. Según una encantadora leyenda, el tercer día del Año Nuevo es el día en que los ratones casan a sus hijas. Por eso, durante esa noche, se supone que la gente debe acostarse temprano para que los ratones puedan llevar a cabo sus ceremonias de matrimonio.

En el cuarto día, el fervor comienza a disiparse. En la tarde, la gente prepara ofrendas de comida para recibir el retorno del Dios de la Cocina y su séquito de su viaje a la corte del Emperador de Jade. El retorno del Dios de la Cocina significa el fin de la libertad de la supervisión espiritual, por eso un popular refrán chino dice: "Nunca es muy temprano para despedir a los dioses ni es muy tarde para invitarlos a que retornen".

El quinto día pone fin a las festividades del Año Nuevo chino. Se quitan todas las ofrendas de los altares y la vida retorna a la normalidad. Finalmente, en el noveno día, se presentan numerosas ofrendas en el atrio o patio de los templos para celebrar el cumpleaños del Emperador del Jade, que según la creencia popular, nació inmediatamente después de la medianoche del noveno día.

Fuente: gio

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