El anterior sábado me "di tiempo" para poder ir un momento al panteón y visitar, aunque sea unos minutos, a la mujer que me dio vida. No con mucha suerte encontré donde regocijarme, debido a las refacciones que se están realizando cercano a la festividad de Todos Santos (02 Noviembre).
Allí luego de tratar de mejorar el ambiente visual, pude reflexionar sobre los sucesos acaídos sobre este amateur escritor, de los cuales es testigo... ella.
No puedo disimular el sombrío camino que he recorrido en el último tiempo y las adversidades, aunque soportables, que he vendio sosteniendo. Dentro de ello, sin embargo, debo igual seguir agradeciendo a la divinidad por las cosas (más materiales que espirituales) que me rodean.
No puedo disimular el sombrío camino que he recorrido en el último tiempo y las adversidades, aunque soportables, que he vendio sosteniendo. Dentro de ello, sin embargo, debo igual seguir agradeciendo a la divinidad por las cosas (más materiales que espirituales) que me rodean.
Una rosa amarilla se dibuja en uno de los tantos nichos del Cementerio General, que avivan la aletargada alegría que se esconde en mi alma, y es la que guía mis destinos y voluntades al momento de interactuar con los demás.
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