martes, 16 de noviembre de 2010

... y sucedió.

"No desees algo, quizás se pueda cumplir", quizás es la frase más impensada que se me pudo venir a la cabeza y que haría que mi mundo girase en otra dirección.
Las aventras y desventuras que han trnscurrido en las ultimas horas hacen que uno mismo se interrogue a sí mismo sobre la veracidad de nuestras creencias, valores y nuestra propa moralidad.
Cada uno piensa que que actúa de una manera "buena" sin dañar a nadie y que cree hacer las "cosas correctas", ¿es así ésto? Cada quién define sus principios y determina sus acciones. Solo la psiquis del individuo llevará a un estado mental llamado "consciencia" a definir a posteriori si nuestros pensamientos y acciones fueron las "correctas", pero nadie, en su sano juicio, creerá que se encuentra en el polo opuesto, por ende es difícil creer que uno mismo se juzque de los actos cometidos.
Sólo yo mismo, estaré dispuesto a sincerarme con mis actos. Podrás menstirle a la gente, pero no podrás hacerlo a tí mismo...

No hay comentarios: